¿Qué es la filoxera?, es un insecto parasito de la vid, que ataca a toda la planta en sus diferentes fases, especialmente las raíces de la planta. Este insecto es originario del este de Estados Unidos.
El origen de esta plaga en Europa pudo haber sido por la importación de vides americanas con el fin de ensayar y mejorar algunas especies que fueran resistentes al oídio (hongo que ataca a la vid también, originario de América). No contaron con que las vides importadas estuvieran infestadas de larvas de filoxera.
En 1854 la filoxera es descubierta por el entomólogo Asa Fich. Otros científicos van descubriendo la aparición de nuevas características de esta enfermedad.
En 1863 aparecen en Francia las primeras plantaciones con filoxera, muy esporádicas. Ya para 1868 la plaga toma fuerza y empieza a arrasar y devastar todos los viñedos desde Francia, después España y Portugal, propagándose por el resto del mundo y creando en pocos años una crisis vitivinícola.
Solo algunos lugares estuvieron libres de dicha plaga como Chipre, La isla de Creta (Grecia), Canarias (España) y Chile, ya que por sus suelos arenosos y el mar crearon una barrera natural protectora que no dejó que la filoxera se desarrollara.
Los productores de vino y los científicos se demoraron muchos años en estudiar la forma de contrarrestar la filoxera. Hasta que a finales del siglo XIX, se percataron que todas las vides sensibles a esta enfermedad eran vides europeas y que las vides americanas eran resistentes al insecto. Así como la enfermedad llegó de América, la solución a ella también.
El científico Leo Laliman recomendó injertar las vides europeas en pies de vides americanas. Este método del porta-injertos con vides americanas tuvo resultados y fue necesario también realizar estudios previos de clima y suelo para saber cual especie se adaptaba y resistía más a la enfermedad. El remedio sin duda tuvo éxito.
La filoxera ha sido uno de los desafíos más grandes que ha tenido la viticultura mundial, exigiendo técnicas y tecnologías más avanzadas para mejorar los cultivos y por supuesto, la calidad de los vinos, dejando atrás treinta años de angustia, crisis y perdidas. La industria vitivinícola se fortaleció aún más después de la filoxera, preparándose para otros retos del siglo XX, las guerras mundiales.